Monday, May 07, 2007

Carlos Alonso - Entrevista

Breve extracto..

--Dijo hace poco: “Pinto siempre, pero lo que hago me conforma cada vez menos”. ¿Lo agarraron mal ese día?

–Bueno, no siempre fue así. Cuando uno tiene treinta años y pinta, todo es la consagración de la vocación. Y eso va mucho más allá del conformismo y el logro; el estar en lo que uno elige, o para lo que uno fue elegido, es un disfrute que va mucho más allá de si está bien o mal, mejor o peor, si se vende o no. Todo es más catártico y menos especulativo. A medida que uno crece ve más, va creciendo también el crítico y surge un grado de “responsabilidad” por el propio trabajo. No sé si eso es sano o no. Y tampoco sé si es mejor esa cierta “irresponsabilidad” que tienen otros autores, que yo admiro. Rómulo Macció es quien mejor ofició este último punto de vista. Porque él pinta. Y como él mismo dice, la pintura resiste. A uno podrá gustarle más un cuadro que otro, pero un autor es eso, no es un profesional que hace sólo cuadros “buenos”, “logrados”, “de museo”. La del pintor es toda una vida de batallas: muchas se pierden, algunas se ganan, otras se empatan. Macció tiene una vitalidad que es superior a lo crítico, al juicio de la historia, al propio juicio, al de la sociedad. Se trata de hechos contundentes que reflejan la experiencia de un pintor frente a la tela. Yo no he logrado ese ideal, no he sido un pintor puro, he estado mucho más contaminado. Para mí el ciudadano era más importante que el pintor.

--Hace un par de meses, a propósito de su muestra en Bellas Artes, Macció dijo que más que el curador, él mismo era “el curandero” y que la curaduría le parecía una pavada.

–Es que pasan cosas terribles con las curadurías. El coleccionista lo permite, los museos los necesitan; se ha instalado como una jerarquía superior a todo, incluso a la propia visión del autor. Hay un coleccionista, Jacobo Fiterman, que tiene más de doscientos trabajos míos y contrató a una curadora para que le armara una muestra con la selección de todos sus cuadros; bueno, no colgó ni un solo cuadro mío, los rechazó. Este tipo de gestos habla de una soberbia que produce una gigantesca distorsión. Otro caso monstruoso me ocurrió con el encargo de un mural para una estación de subte; presenté a la empresa un boceto de un cuadro que se llama Viajeros al primer mundo; hay unos pobres con sus valijitas, su máquina de coser, su cama. Una de las figuras era una viejita con una silla de ruedas. En un momento dado uno de los directivos vino acá y me dijo: “Mire, maestro, no lo tome a mal, pero quisiéramos que usted sacara a la viejita en la silla de ruedas”. (Se ríe.)

--...“Porque en el primer mundo no la van a recibir...”

–Le dije: “¿Pero se da cuenta de lo que me está proponiendo? Primero, es una falta de respeto. Segundo, es un mural por el que no cobro, déjenme poner mis imágenes. Si vengo haciendo personas en sillas de ruedas desde hace años... hice una serie de Renoir en silla de ruedas. Es como un tema mío”. Querían que la sacara. Bueno, se terminó.

--¿Se ha sentido muy machacado por la crítica?

–Sufrí eso algunos años. Me hostigaron mucho diciendo que era un excelente dibujante pero un pintor malo. Luego están todos los enemigos que derivan de una posición de militante en el Partido Comunista, pero eso no lo sufrí, porque era una elección. Ahora, cuando me echaron del PC (a fines de los ’60), ahí sí sufrí. Porque fue algo totalmente inmerecido. Yo era una persona convencida y fiel, aunque pintaba lo que me salía de los cojones y no lo que me dijeran acá o desde Moscú. Se consideró un delito ideológico que hiciera así esa serie de Spilimbergo: yo lo pinté como lo vi. Me tiraron al tacho de la basura y me excluyeron de una comunidad de pares que había elegido para trabajar y militar, incluso para pintar. Eso fue doloroso. Lo otro no, porque la propia historia del arte enseña cómo son los amores y los odios, los favoritismos y los rechazos. Son tantos los pintores fustigados que luego tuvieron su reconocimiento que uno ya tiene eso asimilado.

Nota completa en.. http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/radar/9-3794-2007-05-06.html

1 comment:

Penny Lane said...
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