Thursday, December 28, 2006

No tan Abzurdah (como dicen)..*

Acabo de terminar de leer el libro de la Srta Sky, como en su dedicatoria en la version autografiada que me prestaron se autodenomina.

Debo decir que lo debore en aproximadamente dia y medio, digo aproximadamente porque no lei 32hs reales sino muchisimo menos. A primera vista dicho indicador no puede fallar: cuando el libro no es bueno no solo no dura poco, sino que muchas veces no se termina, o sea: dura una eternidad. En este caso el libro no solo es leible, sino que el recorrido por sus paginas atrapa, almenos en mi caso no dejo nunca de generar esa sensacion de "un capitulo mas..".

Me movio a leerlo la cantidad de pavadas que escuchaba acerca del mismo. Habia mucho ruido al rededor de todo esto, y algo me dijo que si tanto bochorno habia respecto de la publicacion del mismo deberia ser por algun extraño mix entre algo que contendria que la gente no estaba dispuesta ver aunque lo leyera, un toque de envidia, y un poco de moralina de la que tanto le sobra a la gente en este pais que se cree nacida con un doctorado para opinar e inmiscuirse en la vida de los demas (eso si de las propias nunca nada).

Paso siguiente consegui que me lo prestaran (gracias ljn), y a las primeras hojas ya me habia dado cuenta de que mis sopechas no eran vanas.

De por si me encanto el prologo, contiene un comentario sobre la soberbia de algunos psiquiatras, medicos, y psicologos que nunca deje hacer, y al que no puedo mas que adherir. El mismo habla sobre la pretencion de estos de saber mas sobre lo que le pasa a una persona que esa persona misma. Nada supera a la experiencia vivencial, al menos fenologicamente hablando, y como estudiante de psicologia siempre he rechazado dejar de lado ese convencimiento que la vida misma dicta a cada segundo, solo aquel que le escapa o intenta refugiarse de la misma en falsos saberes absolutos puede tener la soberbia de hacer semejantes aseveraciones y avallasar de tal manera al ser humano que tiene enfrente. Porque seamos claros: negarle a la persona que tenemos en frente su propia experiencia es negarla del todo, es definarla como estupida e incapaz y decirle que no existe.
Pocas cosas me han idignado tanto como ver a algunos de mis futuros colegas y profesores pretendiendo saber de cosas de las que jamas se molestaron en investigar ni dos segundos, y rebajando a las personas a un mero sudbito incapaz e inutil como lo hacen cuando se situan en la posicion de poder respecto de estos que les dicta su soberbia de "yo tengo todas las respuestas". Ejemplos los hay de sobra, pero las tematicas mas actuales y acuciantes son las mejores para ellos (drogas, trastornos de alimentacion, etc), muy pocos son los que en lugar de opinar y emitir jucios son capaces de sentarse a escuchar. Ante adolecentes con estas tematicas la mayoria suelen jugarsela para el lado de los padres intentando diciplinar al adolescente en lugar de intentar escuchar lo que este esta intentando decir y estar del su lado, que en definitiva es con quien estan obligados ya que es su paciente. Pero claro, papa y mama son los que pagan, y el capital obliga, pero noblesa tambien, y deberian preguntarse primero si todo eso a lo que ha llegado esa persona no es en parte por la incapacidad de esos padres para escuchar e intentar comprender a su hijo, y en definitiva: para padres ya tiene los que le tocaron, para que querer un padre pago? no gracias.

Volviendo al tronco de la cuestion, el libro, ya que me fui por sus ramas y luego por las mias, que en este tipo de tematicas existenciales que siempre me interesaron se entrelazan bastante bien, la cuestion es que no pude encontrar nada de todo las basureadas que habia oido al respecto del mismo. Por eso el "(como dicen)" del titulo de este post, x que no me atreveria a invalidar el titulo que ella misma le ha dado, pero si a cuestionar muchas de las aseveraciones absurdas que escuche sobre el mismo, ya que digase lo que se diga, el mismo tiene sangre.. y mucha..
(y no hablo de la tapa) y solo un ciego puede no verla.. y en este caso son de los ciegos peores: los que no quieren ver.

Su estilo es ultra personal, y hasta en exeso sincero, no tiene problema en admitir sus contradicciones x que entiende que en el lenguaje interior (que posee su propia logica y sobre entendidos) aunque paresca haberlas no las hay, y me parece que el mismo da por tierra con toda la cuestion marketinera de la que tanto estan hablando por todos lados. Pero no me extraniaria escuchar a algunos de los que tanto hablan diciendo que Van Gogh se corto una oreja para que su obra cotizara bien en el siglo XX, ni tampoco que escritores de 50 años que jamas lograron publicar en planeta descargaran toda su ira x que una chica clase `84 logro transformar su dolor no solo en un bestseller sino tambien en un acto de liberacion.

Que esta mal que publique su dolor? creo que al menos encontro que hacer con el, y eso implica adueñarse del mismo y ponerle un limite en lugar de que este siga al mando, y eso, para el que sabe de que estamos hablando, no es poca cosa. La verdad es que tampoco se que clasico no es una publicacion, enmascarada o no, del propio dolor.. todo clasico siempre versa sobre las crisis existenciales del hombre, los libros oscuros siempre son los que mas pegan x que nos hacen encontrarnos con nosotros mismos, asi que si vamos a llevarla a la hoguera por esto creo que la quema de libros perpetrada por Hitler o la de arte por Savonarola en Florencia serian un poroto atras de esta caza de brujas que no tendria fin.. x que sino es esto lo que nos mueve a escribir que lo es? escribir es en siempre un intento de liberacion.. alcanzado o no.. pero intento en fin.

Que hace apologia? bueno, aqui volvemos a la hipocresia argentina, y tambien porque no, a lo de que la gente lee sin leer. Una cosa es dejar en claro una idea, una opinion, publicar, permitir el intercambio, y otra la apologia. Decir yo hice esto, no es decir haganlo todos, es dar un testimonio. Solo aquel que cree, aunque no lo admita, que hay saberes prohibidos que corrompen y enferman porque cree que la gente no esta preparada para enfrentar ciertas verdades y que deberia ser custodiada en cuanto a ellas, puede tildar a este libro de apologia. Y como dije.. volvemos a la hipocrecia argentina, x que aca es donde se nota el fascismo que corre constantemente por las venas de nuestro pais. X que el verdadero deporte nacional no es el futbol, es el hablar
sobre la vida de los demas e inmiscuirse en estas. Esto permite a los que no tienen vida tener de que hablar, mientras que a su ves les brinda la ganancia de tapar su patetica inexistencia con la vida de otros. O no por nada tenemos la tv que tenemos? No era gratis, sepanlo. En definitiva que alguien se cruzifique a si mismo en un libro sacando sus trapitos al sol no implica que se crea un ejemplo a seguir, ni que este diciendo "hagan como yo". No todo crucificado tiene la soberbia de creerse el hijo de dios, solo uno, y no puedo dejar de preguntarme si por seguirlo durante tantos años no estamos como estamos.

Pero para no solo tirar mierda y enriqueser un poco el debate les dejo un link.. http://www.bluelight.nu una de las tantas comunidades para hablar de tematicas "prohibidas" que existen en la red (Las comillas son porque no hay nada de lo que este prohibido hablarse, o no deberia haberlo, salvo que para algunos la prohibicion deberia ser tambien mental, y lo que deberia prohibirse es pensar x que se lo considera peligroso). La informacion y casuistica de 1ra mano que en ellas se maneja exede la de cualquier estudio de laboratorio ultra controlado del 1er nivel, porque si alguien que decide consumir tal sustancia y es diabetico, y quiere saber lo que le puede llegar a pasarle para asumir sus riesgos, debido a las prohibiciones existentes y ciertos manejos no le queda otra opcion que recurrir a la experiencia de otros, y estos sitios compilan la experiencia de una gran cantidad de personas. Rescato con esto tambien su defensa de ciertas paginas que segun mucha gente deberian ser prohibidas, cuando ya nada queda y nadie comprende o escucha, es bueno al menos poder apoyarse en los que estan en la misma que uno, y eso no es apologia. Si alguien es lo suficientemente estupido como para que una pagina le cague la vida, creo que el problema ya lo traia de antes
, y no es ni estupidez ni la pagina en si precisamente. Repito, hacerse el samaritano y el humanitario pretendiendo cuidar a los demas de cierta informacion es definirlos como estupidos y como incapaces, y no solo no es humanitario, sino que es una falta de respeto. Absolutamente casi todo el mundo impediria o intentaria impedir que otro se suicide, pero al hacerlo.. lo hacemos porque somos buenos y samaritanos? o porque no tolerariamos en nuestra conciencia la carga de no haber hecho nada para impedirlo? La respuesta ultima es que lo hacemos por nosotros, y no por el.. lo hacemos por egoismo. Y al hacerlo avasallamos a su decision y persona, y la sometemos, obiamente, a la nuestra.

Que podria estar escrito mejor? puede ser.. pero que no podria estarlo? es su primer libro, sin embargo como ya dije, se lee muy bien y eso es un exelente indicador externo al que muchos no logran ni llegar luego de escribir 20. Por otro lado, como tambien ya dije, tiene sangre, y el papel con sangre tiene vida, y eso es lo que hace a un libro, no la competencia entre nerds y bohemios para ver quien hace el uso mas rebuscado de la lengua. Pero ademas de sangre tambien es innovador, la tematica, aunque existencial, es actual y no una crisis de desesperacion de un monje tibetano de hace 3 siglos. Tambien es actual en cuanto a los medios usados: logs de chat, y mails. Quizas a los mas grandes esto no les entre, pero para los que como ella y como yo vivimos el boom del irc (que aunque ya murio nos marco a fuego) hacer ese uso refleja una forma de ser de este mundo que esta cambiando: ahora la vida no solo pasa en la realidad sino tambien el la virtualidad que no por eso es menos real. Si no la cruze fue simplemente x que de los 3 servers que se usaban en esa epoca ella estubo en uno y yo en el otro, pero la historia acelerada y novelera que el chat genero en toda esa gente se repitio ad-infinitum durante un lapso de tiempo hasta que el msn lo derroco.
En 4 años ahi adentro se vivia lo que otra gente vivia en media vida, y su supuesta virtualidad no la hacia menos intensa, ni tampoco menos dolorosa ni desgarradora cuando iba mal. Yo tambien vivi una novela en esa epoca, y es bueno ver reflejado en las formas y el uso de un libro como los medios digitales engendran relaciones intrincadas que sin ellas no serian posibles ni imaginables.

Luego de esta descarga-defensa
escrita para nadie y sobre alguien que no conosco, parto a ducharme y a hacer cosas mas productivas. Saludos.. y feliz año.

PD: Para ella: el titulo del libro es genial. Felicitaciones de un colega para quien hizo el arte de tapa. Entre las dos cosas captan totalmente el concepto del libro.

Wednesday, December 27, 2006

Sunday, December 24, 2006

H. Lopez - Sobre la mente de las máquinas y el moterialismo del inconsciente

Muy buen trabajo de Hector Lopez donde se compara y contrasta de una manera seria y clara a los enfoques cognitivos y al enfoque psicoanalitico. Esencial para saber donde se esta parado, o al menos ante que.

Como es largo no daba para blogearlo, asi que dejo links directos a los textos.


Primera Parte
Segunda Parte

Fuente: http://www.elsigma.com.ar/

Thursday, December 21, 2006

Nota en "Mar del Plata: Style & Life"



Nota en "Mar del Plata: Style & Life" (Nro. 07, Año 02, Pags 14 y 15).
Diciembre 2006 - Enero 2007.

Thursday, December 14, 2006

Re-ordenando el atelier..























Hoy desarme la expo de 13 obras que tenia en el Juzgado Federal N.2, asi que no solo les toco el regreso a casa sino que tube que ponerme a re-acomodar todo para que entraran y quedara armado lindo y para mostrar. Como el otro dia habia sacado unas fotos, y hoy tambien saque de como quedo se me ocurrio subirlas...

antes del re-mix (Dec 12)
despues del re-mix (Dec 14)

...si ya se, estoy muy al pedo, pero no solo eso.. para colmo de males no se que hago escuchando Laura Pausini.. nostalgia de italia? maybe.. la verdad es que no se a que mierda volvi. Pinto la depre de siempre y supongo que no era para menos.. ya van 3 dias no? (vos sabras).. y yo? supongo que nunca no? (al parecer)..


Sunday, December 10, 2006

Vuelvo al sur..

Milano Malpensa - Nov. 23, 2006.

Vuelvo al Sur,
como se vuelve siempre al amor,
vuelvo a vos,
con mi deseo, con mi temor.

Llevo el Sur,
como un destino del corazon,
soy del Sur,
como los aires del bandoneon.

Sueño el Sur,
inmensa luna, cielo al reves,
busco el Sur,
el tiempo abierto, y su despues.

Quiero al Sur,
su buena gente, su dignidad,
siento el Sur,
como tu cuerpo en la intimidad.

Te quiero Sur,
Sur, te quiero.

Vuelvo al Sur,
como se vuelve siempre al amor,
vuelvo a vos,
con mi deseo, con mi temor.

Quiero al Sur,
su buena gente, su dignidad,
siento el Sur,
como tu cuerpo en la intimidad.

Vuelvo al Sur,
llevo el Sur,
te quiero Sur,
te quiero Sur...

Musica: Astor Piazzolla.
Letra: Fernando E. Solanas

Monday, December 04, 2006

Juan Pundik - Desdeprímansen

ABUSO MEDICO EN LA INDICACION DE PSICOFARMACOS

¡Desdeprímansen!

El autor, psicoanalista argentino residente en España, advierte sobre la creciente práctica de recetar psicofármacos en situaciones donde la depresión no es una “enfermedad”, sino la expresión de una situación de duelo que debe ser elaborada.

Por Juan Pundik

La depresión es la etapa fundamental del proceso del duelo. Cuando el duelo no se cumple y los estados depresivos se hacen patológicos, la medicación antidepresiva actúa como anestésico-analgésico, que además puede bloquear el proceso de duelo. Por otra parte, cuando desaparece su efecto son necesarias nuevas dosis. Y así hasta siempre. El paciente se acostumbra, hay que modificar las dosis y los compuestos. Los efectos secundarios psicosomáticos transforman al depresivo en un zombi con afecciones somáticas de toda naturaleza. La medicación antidepresiva genera adicción y perturba el funcionamiento del sistema digestivo. Sólo debiera ser administrada por tiempo limitado y como puente para darle tiempo a que funcione la terapia.

Esta postura no implica el rechazo de la medicación antidepresiva ni su desvalorización. Me he encontrado en la tesitura de derivar consultantes al psiquiatra para que fueran medicados, ya que su grave estado depresivo no permitía las condiciones necesarias para que el consultante pudiera asistir a sus entrevistas e incluso para evitar la baja laboral. Mantener al paciente deprimido entretenido y ocupado en sus actividades habituales, cuando esto es posible, favorece el proceso de la cura. El rechazo que propongo es a la utilización generalizada, desmedida, contraindicada y perversa de la medicación, tal como se está practicando en nuestra sociedad, en la que el medicamento se ha transformado en un objeto más, cuyo consumo se publicita y promueve mediante una mercadotecnia similar a la que se usa para imponer una nueva gaseosa, colonia o prenda de vestir, con el objetivo además de que pueda despreocuparse de sus problemas, insensibilizarse ante la frustración y los sentimientos molestos y evitar pensar. Todo lo cual no le permite enfrentar la vida con los reflejos y la creatividad necesarios para resolver verdaderamente sus problemas. En 1996, en su libro El precio del bienestar, el profesor Edouard Zarifian escribió: “El presunto enfermo es de hecho un desdichado, el medicamento una sustancia que le procura bienestar y el médico el recurso más fácil y menos oneroso para un desdichado que acepta seguir siéndolo”.

Habitualmente la depresión se hace presente bajo la forma de un estado de tristeza, inapetencia, apatía y desánimo. En condiciones normales forma parte de un mecanismo elaborativo de las pérdidas; un mecanismo destinado a que el sujeto no quede afectiva y libidinalmente adherido al objeto perdido; este proceso psíquico le permite desprenderse del mismo y continuar con la dinámica de la vida. Ni la psiquiatría clásica ni el psicoanálisis le dieron a la depresión una entidad clínica autónoma. En su complejidad, el mecanismo fue denominado, por Freud, duelo.

La pérdida, por antonomasia, suele ser el fallecimiento de un ser querido. La etapa depresiva del duelo se constituye como la manera, lenta y progresiva, en que el sujeto se va acostumbrando a la pérdida y a separarse del objeto perdido. Cuando por alguna circunstancia el duelo no tiene lugar y la persona no hace el proceso depresivo, corre el riesgo de no separarse, de quedarse pegada a un cadáver y de, progresivamente, pérdida tras pérdida sin elaborar, transformarse, metafóricamente, en una suerte de transportador de cadáveres. Queda entonces bajo el riesgo de que un episodio actual le desencadene un estado depresivo, una crisis depresiva o incluso una depresión crónica.

El duelo, y la consecuente depresión, pueden producirse no sólo por la muerte de un ser querido. Su enfermedad o la propia, el deterioro, el estado de malestar, el fracaso, el alejamiento de un ser querido también implican pérdidas que deben ser elaboradas. Suspender una asignatura, repetir curso, perder el empleo, fracasar en un proyecto, no ser reconocido meritoriamente tal como se esperaba, ser robado, perder dinero, son algunos ejemplos de otras pérdidas que también requieren el proceso elaborativo del duelo.

En muchas situaciones, determinar la causa que ha provocado el proceso depresivo del consultante puede ser difícil. En un artículo titulado Los que fracasan cuando triunfan, Freud describe los procesos patológicos y sintomáticos en que puede caer un sujeto al ver cumplidos sus proyectos, sus sueños, sus ilusiones, sus expectativas. Por ejemplo, el estudiante que, después de muchos años de vida organizada y dedicada, sale de la universidad con su diploma bajo el brazo: siempre pensó que ése iba a ser uno de los días más felices de su vida, y de repente se encuentra encerrado en su cuarto, triste, lloroso, con el agravante de que él y todos los que lo rodean suponen que debiera sentirse feliz. Veinte años de su vida previstos, programados, rítmicamente establecidos en un calendario, se han terminado. ¿Y ahora qué? Ahora tiene que comenzar nuevamente a proyectar su futuro.

La consecución de cualquier objetivo importante en la vida puede culminar en un proceso depresivo. Que puede ser breve y, en consecuencia, normal. O que puede constituirse en una patología paralizante y, en consecuencia, en un síntoma. La depresión posparto, que a veces se constituye en una auténtica locura posparto, es una manifestación habitual de la que la embarazada y su familia deberían estar advertidas.

La pareja de novios que ha dedicado durante años la mayor parte de su energía libidinal a instalar su piso y preparar su boda, se hace la ilusión de que el viaje de bodas va a constituir la apoteosis de su felicidad. Y muchas veces se descubren, frente a frente, en la habitación de un hotel, sumidos en un estado depresivo. Tantos años de ilusiones y proyectos ya se han cumplido. Ahora habrá que inventarse una nueva etapa con nuevas ilusiones y proyectos. Sin éstos, sin fantasías, sin deseo, sin objeto, la vida se hace poco soportable.

La energía afectiva, amorosa, erótica y sexual tiende a depositarse en un objeto. Cuando el objeto desaparece, el sujeto, ante la pérdida, entra en un proceso de malestar elaborativo, que es el duelo. Se produce una caída fantasmática, que lo coloca ante la cruda inexistencia de lo que Jacques Lacan denominó “objeto a”, que lo deja inerme ante su inevitable destino final. La reconstrucción de su constructo fantasmático requiere la posibilidad de depositar la libido en un nuevo objeto. Para ello debe previamente deslibidinizar, retirar la carga afectiva depositada en el objeto perdido. Esta posibilidad sostiene el proceso elaborativo del duelo y es el camino de salida del estado depresivo.

El proceso de duelo puede presentar tres momentos diferenciados, aunque no todos sean indispensables para cumplir con éste. Estos tres momentos, ya descritos por Freud, son la negación, la manía y finalmente la depresión.

El aparato psíquico, el inconsciente, cuya función es asegurar la supervivencia, tiende a proteger el cuerpo de toda intrusión del goce mortífero. Es lo que intenta mediante el mecanismo de negación, como parte generalmente inicial del proceso de duelo. Cuando ello ocurre, el sujeto niega la pérdida, pone en duda que la repentina pérdida se haya producido realmente. Mientras tanto, el sujeto, inconscientemente, se va preparando para asumirla gradualmente.

El segundo mecanismo posible que el duelo pone en funcionamiento es la manía. Es lo que a veces provoca que la situación desgraciada desencadene risa. Uno llega circunspecto a un velatorio y se encuentra con que los deudos, en rueda, se dedican a contar chistes y festejarlos riendo.

Finalmente, debe surgir lo inevitable: el estado depresivo. Sin proceso depresivo no hay elaboración del duelo. Para poder llegar a libidinizar un nuevo objeto que le permita mantener el sentido de la vida, el sujeto debe deslibidinizar el objeto perdido. El proceso depresivo tiene esa finalidad. Si ésta no se cumple, lo que debería ser una depresión normal, temporal, puede conducir a depresiones crónicas y conductas nostálgicas. El sujeto queda libidinalmente pegado al objeto perdido. Por ejemplo, la viuda que nos enseña orgullosamente el despacho de su marido fallecido hace quince años. Nada ha sido removido de su sitio. Como si estuviera aguardando su regreso.

La resistencia del individuo a cumplir el proceso depresivo impide la deslibidinización del objeto. El sujeto queda adherido a un cadáver, a la pareja perdida, al hijo que se ha ido a vivir lejos, a la tierra que ha tenido que abandonar, a su propio cuerpo que ha perdido las facultades de la juventud. Todas estas circunstancias pueden manifestarse mediante estados de depresión patológicos y, en muchos casos, crónicos. Pero, en la sociedad capitalista globalizada contemporánea, el sujeto deprimido, con su apatía, su desinterés, su inhibición y su imposibilidad, transgrede las exigencias de rendimiento económico, productividad y consumo en las que se apoya el sistema y que necesita el mercado. Entonces, la industria farmacéutica ofrece atajos, presuntamente más rentables: esos estados depresivos corresponden a niveles bajos de serotonina, sustancia que actúa como neurotransmisor en el sistema nervioso central y otros órganos. Entonces el psiquiatra, pero también el médico generalista, asesorados por los laboratorios farmacéuticos, responden a la queja del paciente por su estado, considerado depresivo, administrándole, como terapéutica universal, medicamentos cuyos componentes activos son la fluoxetina y la paroxetina, recaptadores de la serotonina.

Los estados depresivos quedan así reducidos a un desorden químico. El medicamento, en estos casos, es inseparable del criterio de reducir todo proceso subjetivo a procesos químicos. El medicamento puede o no suprimir el síntoma depresivo. Cuando lo consigue, es probable que condene al sujeto a vivir toda su vida drogado, sometido a su poder adictivo y a sus minusvalidantes efectos secundarios. Lo que no conseguirá es que el sujeto cumpla el proceso depresivo que el duelo exige, para desprenderse afectivamente de los objetos perdidos y quedar en condiciones de libidinizar nuevos objetos.

El psiquiatra estadounidense Peter Kramer, en su libro Escuchando al Prozac, hace referencia a un diagnóstico en los siguientes términos: “No sé muy bien de qué se trataba pero, si el paciente respondió bien a un antidepresivo, entonces era un deprimido”. Estamos, como se puede apreciar, ante una clínica que se organiza, no en relación con una persona concreta que consulta por su malestar, provocado por las vicisitudes de su historia individual, sino en relación con un fármaco que se administra experimentalmente, de una manera generalizada, a todos los pacientes cualquier sea el criterio diagnóstico. Y, insistamos, no sólo lo administran los psiquiatras: actualmente es mucho mayor la cantidad de recetas de antidepresivos extendidas por médicos del resto de los especialidades, tales como generalistas, de cabecera y de familia.

Estamos ante la clínica globalizada del consumo del fármaco, que se dedica a colocar continuamente nuevas sustancias a disposición del mercado, intentando borrar nuestra condición de sujetos individualizados, resultado de una historia particular, y que se propone someternos totalitariamente a la condición de usuarios y consumidores pasivos.

http://www.pagina12.com.ar/diario/psicologia/9-76965-2006-12-04.html